El Comercio

13437: Por fin sale el Gordo

Janna Flores Villavicencio e Ismael Rastrelli Mekerbech cantan el Gordo, el 13437
Janna Flores Villavicencio e Ismael Rastrelli Mekerbech cantan el Gordo, el 13437
  • El Gordo ha ido a parar a Albacete, Cádiz, La Coruña, Las Palmas, Logroño, León, Lugo, Madrid, Valencia y Murcia

  • El segundo premio ha sido vendido en su mayoría entre 'L'Hospitalet y Madrid. Se ha despachado en el intercambiador de la Avenida de América

  • Los dos cuartos premios, el 07617 y el 67009, recorren la geografía española

A la una de la tarde. En el último momento. En la última tabla. Cuando algunos temerosos sospechaban que había un complot para que no saliera el Gordo, el primer premio ha emergido. El 13437 asomó y el Teatro Real explotó en alegría. La misma alegría que se vivió en dos de los puntos más felices del planeta: la Administración número 79 de Madrid y la número 1 de El Bosque (Cádiz). Entre estos dos puestos de venta repartieron 552 millones de felicidad, de alegría, de sueños realizados, de agujeros que hay que tapar. De antesala a las mejores navidades en mucho tiempo.

No solo estos dos puntos fueron agraciados. Tenían una serie del número mágico en administraciones de Murcia, Madrid, Lugo, Boñar (León), San Bartolomé (Las Palmas), Logroño, La Coruña (tanto la capital como en Carballo), Coria (Cáceres) y Albacete. El minúsculo kiosco de la Gran Vía madrileña, situado al lado de la plaza de Callao, vendió dos series. Enseguida, Charo, la lotera, se ha visto abordada por decenas de curiosos y periodistas que querían saber sus primeras impresiones. Y eso que no le gusta salir “en las fotografías ni en los telediarios”. La administración de L’Eliana, en Valencia, ha vendido cinco series, las mismas que la número 3 de Mazarrón (Murcia).

Pero la gran alegría estaba en Madrid. Otra vez. Y van 76 veces que toca en la capital, la vigésima vez que el número termina en siete. La anterior vez se produjo en 2006 (20297); y para la antepenúltima, hay que remontarse hasta 1975 (47107). Tres años antes, se fundó el Museo de Cera en la madrileña plaza de Colón. Uno de los lugares más felices del mundo. Allí, los 32 trabajadores han jugado al número mágico. Al menos, “llevamos un décimo cada uno”, explica Gonzalo Presa, responsable de comunicación de la institución. En total, 12,8 millones para esos trabajadores, aunque la cifra puede aumentar ya que “solemos comprar para amigos, familia y conocidos”. Vamos, que estas navidades van a recibir a los visitantes más felices que nunca.