La suerte madruga para la Virgen y los abuelos

Una Asociación dela Tercera Edad de Zaragoza reparte 22,5 millones del tercer premio y una cofradía de Alicante otros 17,5 millones

Lucía Palacios
LUCÍA PALACIOS Madrid

Ha sido el más madrugador y puede decirse que el más viejo, porque con seguridad que los años que suman los agraciados serán más que los millones que ha repartido, en su mayor parte para la Asociación de la Tercera Edad de una pequeña localidad zaragozana llamada Alagón. Y de los mayores a los religiosos, porque otro gran pellizco ha ido a parar a la cofradía La Purísima de la población alicantina de Catral.

Y es que apenas habían pasado nueve minutos desde que se iniciara el Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad y las bolas del bombo empezaran a girar, cuando, a las 9.19 de la mañana, los niños Yenifer Beltre Figuereo y Breilin Yulesi Siri Frías han extraído las bolas de la fortuna y Aroa Patricio Vaquero y Josué Ariel Guamán Vicente han cantado el tercer premio: el 06914. Un número que ni ellos ni los agraciados olvidarán en la vida y que llevaba impreso en cada décimo 50.000 euros, 500.000 euros por cada serie. Ha ocurrido en el cuarto alambre de la primera tabla.

Los millones se han repartido entre Barcelona capital, Catral (Alicante), Madrid capital (concretamente en la popular calle de Alcalá), Rafelbuñol (Valencia) y Alagón (Zaragoza), cuyas administraciones de lotería vendieron íntegramente los décimos.

La Virgen les ha dado buena suerte, un total de 17,5 millones, aunque este año tuvieran que cambiar el número con el que solían jugar para tener premio. «El 8 (que coincide con la festividad de la Patrona) no nos tocaba nunca y hemos variado al 4, que me gusta a mí especialmente por ser el día de mi cumpleaños», explicaba entre risas José Antonio Zamora, presidente de la cofradía Santísimo Rosario y Purísima de la Ermita de Catral (Alicante), que vendió 350 décimos con el tercer premio.

El número les llegó a través de la administración La Esperanza, que además ha repartido otros 10 millones por ventanilla y también por toda España a través de «multitud» de pedidos que reclamaban precisamente el número 06914, tal y como ha explicado Elena, una empleada a la que le cuesta mantener una conversación por teléfono porque lo único que quiere es celebrarlo con las numerosas personas que ya se habían congregado en torno a la administración. «Estamos súper contentos. No nos hemos quedado con ningún décimo pero nos da igual», ha asegurado.

«Una alegría muy grande»

En la Comunidad Valenciana se quedaron otras cinco series de este número, en el pueblo de Rafelbuñol, cercano a la capital. «Es la culminación del trabajo bien hecho», ha apuntado la dueña de la administración, Amparo Ros. En esta línea se ha manifestado José Albert, propietario del establecimiento de Alcalá 323, en Madrid, que vendió 20 series. «Es una alegría muy grande entregar por primera vez un premio», ha explicado.

También ha sido la primera vez para la administración de lotería del centro comercial Diagonal Mar, en Barcelona, que vendió 41 series de este tercer premio. Allí coge el teléfono emocionada Valeria, una empleada de la administración que a duras penas puede hablar. «No paro de llorar, se me caen las lágrimas, es que soy muy llorona», ha dicho, al tiempo que se ha alegrado de que «con tantas penas como ha tenido Cataluña en estos últimos tiempos, al menos una alegría». Y también para ella, porque Valeria ha confesado que además ha tenido la gran suerte de haber comprado el número agraciado, porque coincidía con la fecha de nacimiento de su hijo. Ahora su sueño es poder irse a su tierra, Uruguay, después de nueve años fuera, pero antes dedicará el dinero a «tapar los agujeritos de siempre».

Locos de alegría están los abuelos aragoneses. Y es que la Asociación de la Tercera Edad del pueblo zaragozano de Alagón, de poco más de 6.000 habitantes, repartió 22,5 millones en participaciones de 5 euros. Asunción Pascual, propietaria de la administración número 1 de este pueblo, no puede estar más emocionada. «Imagina cómo se siente uno cuando hace el trabajo bien hecho y además se lo premian, porque esto es algo que es ajeno a ti», ha razonado. Ni ella ni la empleada que trabaja allí se quedaron con ninguna participación, pero «nos sentimos fenomenal». Asunción ha explicado que le da mucha alegría que «esté tan repartido», porque muchos abuelos compran participaciones que regalan a familiares y amigos. «¡Qué bien van a pedir este año los nietos la propina!», ha bromeado la lotera, que presume que ya dieron un quinto premio en 2009, un cuarto en 2014 y ahora un tercero. «El año que viene será el segundo y el siguiente el Gordo», ha confíado. ¡Quién sabe!